Fuente: Pediatric Dermatology Vol. 29, N° 1, 1-14, 201
Skin Care Practices for Newborns and Infants: Review of the Clinical
Evidence for Best Practices
Autores: Ulrike Blume-Peytavi, Matthias Hauser, Georgios N.
Stamatas, Delano Pathirana y Natalie Garcia Bartels.
Los autores realizaron una
revisión sistemática de los últimos 40 años de la literatura médica con
respecto a las propiedades y los
procesos de adaptación de la piel infantil, así como en los procedimientos de
limpieza. Se realizó una búsqueda bibliográfica a partir de artículos relevantes publicados
desde 1970 hasta el 2010. La búsqueda bibliográfica se realizó en las bases de
datos de PubMed y EMBASE. Fueron identificados noventa y tres artículos como
relevantes y sometidos a revisión completa.
Características de la maduración de la piel neonatal e infantil y
adaptación
La piel neonatal e infantil se diferencia de la
piel del adulto en:
• Estructura: capas más delgadas, células más
pequeñas
• Función: cambios en el estrato córneo de
hidratación (ECH), el pH de la superficie, y la permeabilidad al agua, medida
como pérdida de agua transepidérmica (PATE),
1. Pérdida de agua transepidérmica (PATE) normal,
menor o mayor dependiendo de la región del cuerpo: la PATE disminuye o se
mantiene estable en palmas, plantas, antebrazo; en el antebrazo, la PATE no
alcanza los niveles de los adultos hasta después de 1 año. Otras regiones del
cuerpo (frente, muslos, abdomen) muestran los valores de PATE de los adultos en
los días 2 y 7 de vida.
2. Ìndices más altos de absorción y desorción,
3. pH más alto en la superficie de la piel de los
neonatos; el pH disminuye a los niveles de
adultos dentro de los 28 días después del nacimiento.
4. Menor estrato córneo de hidratación (ECH) en neonatos; al nacer, el ECH es menor que en
los adultos; se incrementa entre las 8 y las 12 semanas; el ECH parece ser
mayor que en los adultos en al 3° mes, seguido por una disminución constante a
niveles adultos durante el primer año de vida.
5. Los niveles de sebo aumentan a los niveles de
adultos hasta el día 7 después del nacimiento y luego se reducen a niveles muy
bajos a los 6 meses aproximadamente.
• Composición: concentración de agua del estrato
córneo (EC) más alta, menor factor de hidratación natural (FHN), menos sebo.
Todas estas observaciones indican que la piel del
bebé y el niño sigue experimentando un proceso de maduración, y que este
proceso difiere dependiendo de la región del cuerpo. Cuando se consideran las
rutinas de cuidado de la piel, la piel del bebé por lo tanto, no debe ser
tratada con los mismos supuestos que la piel del adulto.
Efectos de
los procedimientos de lavado y baño
• El baño a temperatura apropiada resulta en menor
pérdida de calor y hace que los bebés estén más cómodos que con el lavado,
• No hay
diferencias en cuanto a los signos vitales y morbilidad neonatal en los bebés
que fueron bañados o fueron secados inmediatamente después del nacimiento,
• El baño
con bañera es superior o al menos igual al baño con esponja (menor pérdida de
calor, no hay diferencia en la cicatrización del cordón, más cómodo para los
bebés),
• Una rutina
de baño, a partir del día 7 después del nacimiento, no afecta negativamente la
barrera de la piel y su adaptación a la vida extrauterina.
Efectos de los agentes de limpieza y lavado
• El uso regular de detergentes sintéticos durante
las primeras semanas de vida resulta en una disminución más rápida del pH de la
superficie cutánea,
• El lavado
con jabón alcalino, pero no con productos de limpieza suaves, aumenta el pH de
la superficie, por lo tanto los productos de limpieza suaves no comprometen la
función del manto ácido,
• La
limpieza con agua parece comparable a la limpieza con detergentes sintéticos o
con limpiador líquido suave para bebés en términos de mantenimiento del manto
ácido y la reducción del contenido de grasa
• El baño diario con detergentes sintéticos no
tiene efectos negativos sobre la piel normal o la piel con eritema,
induraciones o sequedad.
Efectos del lavado y el baño en la colonización
bacteriana
• La colonización bacteriana está presente en casi
todos los bebés en los primeros 2 a 3 días después del nacimiento.
• El tipo y la cantidad de flora microbiana son
comparables después del lavado y el baño desde el día 1 hasta el día 28 después
del nacimiento y no dependen del uso de jabón convencional, detergente de baño,
o agua pura. La colonización microbiológica (bacterias, cándida) no estuvo
influenciada por los regímenes de cuidado de la piel, tales como lavarse o
bañarse con agua limpia, o la adición de gel de lavado y crema dos veces por
semana incluso después de las 4 semanas.
Maduración de la piel
Los estudios revisados
confirmaron que la piel del bebé difiere de la piel del adulto en la
estructura, función y composición y que la piel del bebé continúa, incluso
después del primer año de vida, un proceso de maduración. Como consecuencia,
cuando se trata de las rutinas de cuidado de la piel, la piel del bebé debería
no considerarse tan resistente como la piel del adulto. Sus propiedades únicas
deben ser cuidadosamente tomadas en consideración para la formulación de
productos adecuados de cuidado de la piel.
Procedimientos de limpieza: baño y lavado
La importancia de la limpieza del
bebé para mantener una buena higiene y salud de la piel es bien reconocida,
pero sigue habiendo incertidumbre acerca de los procedimientos adecuados y
seguros de limpieza para el recién nacido. El baño hace que el bebé esté más
tranquilo y relajado que el lavado. De los estudios analizados, parece
razonable concluir que el baño en vez del lavado con un paño no daña al recién
nacido de término, sano. El baño regular, iniciado después de que el cordón
umbilical se haya caído, no afectaría negativamente a la barrera de la piel y
su adaptación a la vida extrauterina, medida de acuerdo con la PATE, el pH de
la superficie de la piel, el ECH, y la producción de sebo. Existe alguna
evidencia de que el baño en vez del lavado inmediatamente después del
nacimiento puede realizarse de forma segura en bebés saludables, a término, porque no se
detectaron diferencias en los parámetros vitales, la colonización
microbiológica, o en la caída del cordón. Un consenso de dermatólogos y
pediatras europeos recomienda limpiar suavemente al bebé con agua
inmediatamente después del parto o recibir su primer baño de acuerdo a la
cultura local. No hay evidencia clara en cuanto a si el baño puede realizarse
con seguridad en forma regular antes de la curación del muñón del cordón
umbilical.
Efectos adversos de los productos de limpieza
La piel seca y escamosa es un
signo clínico de daño de la función de barrera de la piel, lo que indica la
necesidad de cuidado de la misma. La piel de los lactantes (hasta 1 año) se ha
demostrado que tiene mayor PATE, mayores tasas de desorción de agua, y menos
FHN en el EC que la piel del adulto. Por consiguiente, pueden ser más propensos
a la alteración de la función de barrera de la piel (por ejemplo, en respuesta
al estrés ambiental). En las zonas ocluidas, el exceso de humedad puede
aumentar la absorción percutánea. Los productos de limpieza para bebés por lo tanto,
deben ser adecuadamente formulados para ser suaves a la piel del lactante.